Como estudio de diseño de interiores, no solo concebimos espacios visualmente armónicos y funcionales, sino que también acompañamos a nuestros clientes en la toma de decisiones que afectan al confort, la ergonomía y la durabilidad de los elementos que integran su hogar. Dentro de esta visión integral, el mobiliario de descanso merece una atención especial.
Los colchones, bases y camas son elementos con un fuerte impacto en nuestra calidad de vida, pero muchas veces se eligen y mantienen sin tener en cuenta aspectos técnicos que a medio plazo generan molestias, incomodidad o incluso lesiones. Y lo mismo ocurre con el mobiliario: un uso inadecuado, una limpieza incorrecta o una elección apresurada pueden acabar perjudicando tanto la estética como la salud postural del usuario.
En este artículo abordamos los errores comunes al mantener tu colchón que vemos en los hogares y proyectos que reformamos, con recomendaciones prácticas para evitarlos y mantener tu descanso —y tu mobiliario— en condiciones óptimas durante años.
Un colchón de calidad no lo es todo si se apoya sobre una base inadecuada
Este es probablemente el error más extendido. Muchas personas invierten en un colchón de gama media o alta, pero lo colocan sobre una base no compatible, normalmente por desconocimiento o por ahorrar en el soporte. El resultado: pérdida de firmeza, aparición de hundimientos, incomodidad al dormir y reducción significativa de la vida útil del colchón.
Esto es especialmente importante en el caso de los colchones de muelles ensacados, que requieren una base rígida, como un canapé o una base tapizada. Colocarlos sobre somieres de láminas flexibles —por muy buena ventilación que ofrezcan— no es recomendable. Las láminas pueden generar puntos de presión desiguales, alterando el soporte y deformando la estructura del muelle interior.
Consejo profesional:
Consulta siempre las especificaciones técnicas del colchón. En muchos casos, el propio fabricante indica qué tipo de base se debe usar y, en algunos productos, incluso se invalida la garantía si no se respeta este aspecto.
Colchón, base, almohada y condiciones ambientales forman un todo interdependiente
Al elegir elementos de descanso, muchas veces se adquieren por separado, sin pensar en cómo se comportan en conjunto. Este enfoque fragmentado puede generar desajustes. Por ejemplo, un colchón muy firme con una almohada muy baja o una cama alta sin espacio suficiente para la ventilación inferior.
Además, las condiciones ambientales también juegan un papel: una habitación mal ventilada, con alta humedad, puede deteriorar rápidamente cualquier colchón o base de madera, favoreciendo la aparición de moho, malos olores o ácaros.
Consejo profesional:
Considera el sistema de descanso como un todo: elige el colchón adecuado según tu posición al dormir, acompáñalo de una base compatible y ajusta la altura, el tipo de almohada y las condiciones ambientales. En nuestro estudio siempre proponemos un enfoque holístico del confort, asesorando al cliente más allá del diseño estético.
Estética y resistencia deben ir de la mano
En proyectos residenciales o contract, uno de los mayores retos es encontrar ese equilibrio entre diseño y funcionalidad. Hay materiales que son bellísimos a nivel visual —tejidos naturales, cueros, maderas nobles— pero que requieren un mantenimiento muy delicado o simplemente no son adecuados para ciertas zonas o usuarios.
Colocar una cama con tapizado claro en una vivienda de uso turístico, o un cabecero de terciopelo en una habitación sin ventilación, puede convertirse rápidamente en un error de mantenimiento difícil de solucionar.
Consejo profesional:
Selecciona materiales teniendo en cuenta su resistencia al uso, facilidad de limpieza y compatibilidad con el clima y las costumbres de quien lo va a utilizar. No todo lo que se ve bien en catálogo funciona en la vida real.
El manual de uso existe por algo
Un error frecuente es no tomarse el tiempo de leer y aplicar las recomendaciones de limpieza, rotación o mantenimiento del mobiliario. Esto incluye:
Girar o voltear el colchón periódicamente (si es de doble cara).
Aspirar la superficie del colchón y el tapizado del cabecero cada cierto tiempo.
Evitar productos abrasivos en la limpieza de muebles de madera o laca.
Usar protectores de colchón lavables que prolonguen su vida útil.
Consejo profesional:
En nuestros proyectos, incluimos siempre una ficha de mantenimiento personalizado por estancia, especialmente cuando se utilizan materiales delicados. Es un pequeño detalle que marca la diferencia a largo plazo.
Lo que limpia una encimera no siempre sirve para un cabecero o un colchón
Cada material tiene necesidades distintas: lo que puede servir para limpiar una superficie de PVC puede dañar una tela técnica, y lo que es adecuado para madera barnizada puede dejar marcas irreversibles en laca mate.
Además, el exceso de humedad, el uso de vapor o ciertos productos químicos pueden descomponer las espumas de los colchones, deteriorar sus tratamientos hipoalergénicos o alterar el color de tapizados.
Consejo profesional:
Invierte en productos de limpieza específicos o utiliza soluciones naturales (como vinagre diluido o jabón neutro) siempre y cuando el fabricante lo recomiende.
Para colchones, considera aspirarlos periódicamente para evitar la consolidación de ácaros. Importante: No apliques este método si el acolchado superficial (debajo de la tapicería) está hecho de fibras, ya que podrías dañarlo.
Ante la duda, consulta con un profesional.
Sentarse siempre en el borde de la cama también cuenta
Las estructuras de las camas, cabeceros y colchones están pensadas para soportar una carga repartida. Un uso continuado en zonas concretas —como sentarse en el mismo lateral cada día, apoyar objetos pesados o utilizar la cama como sofá— puede deformar la superficie y provocar desgastes irregulares.
Consejo profesional:
Utiliza los muebles conforme a su función. Si necesitas una cama que también sirva como asiento ocasional o tenga almacenaje, existen opciones específicas con refuerzos estructurales que lo permiten sin comprometer el confort.
Evita subirte sobre bases tapizadas, canapés o somieres para alcanzar objetos altos (como lo que pueda estar encima de un armario). Estas estructuras no están diseñadas para soportar peso concentrado en un punto y podrían romperse.
Si necesitas acceder a zonas elevadas con frecuencia, usa una escalera o banco estable para evitar dañar tus muebles.
Airear el dormitorio cada mañana es más importante de lo que parece
El cuerpo humano libera humedad durante la noche, que se acumula en la ropa de cama, el colchón y las almohadas. Si esta humedad no se evapora correctamente, puede deteriorar los materiales internos y generar olores, manchas o proliferación de microorganismos.
Consejo profesional:
Ventila el dormitorio al menos 15 minutos cada mañana y evita hacer la cama inmediatamente. Deja que el colchón respire antes de cubrirlo con mantas y cojines decorativos.
Un diseño bonito pierde valor si no se acompaña de un uso responsable. Como profesionales del interiorismo, nuestra labor no termina con la entrega del proyecto: asesorar al cliente sobre cómo mantener y disfrutar de cada elemento del espacio es parte esencial del servicio.
Cuidar bien del mobiliario y de los elementos de descanso no solo prolonga su vida útil, sino que garantiza que el confort y la estética que buscamos desde el diseño se mantengan intactos con el tiempo.
Si necesitas asesoramiento profesional sobre cómo corregir errores comunes al mantener tu colchón, puedes contactarnos AQUÍ. También contamos con profesionales muy especializados de las marcas de alta calidad con las que trabajamos en nuestros proyectos para que, entre ambos, podemos ofrecerte la mejor información y producto adaptado a tus necesidades específicas.
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