Estilo BRUTALISTA

Moodboard del estilo BRUTALISTA diseñado por wabisabi studio

El estilo brutalista en el diseño de interiores: la belleza de lo crudo y minimalista

El estilo brutalista es una corriente arquitectónica y de diseño que surgió a mediados del siglo XX y se caracteriza por su enfoque en la funcionalidad, la honestidad material y la forma pura. Se asocia principalmente con el uso del hormigón crudo (de ahí su nombre, derivado del término francés “béton brut”, que significa “concreto crudo”) y un enfoque minimalista, casi austero, de los espacios. En el diseño de interiores, el brutalismo crea espacios que son a la vez imponentes, dramáticos y crudos, con un énfasis en la estructura desnuda, las texturas rugosas y una paleta cromática sobria.

Este estilo ha experimentado un resurgimiento en la decoración de interiores en las últimas décadas, apreciado por su enfoque sincero y su estética industrial. A continuación, exploraremos su historia, sus características clave, los elementos que lo definen y cómo se puede implementar en espacios modernos.

Historia del estilo brutalista

El brutalismo nació como un movimiento arquitectónico en la década de 1950, principalmente en Europa, como una respuesta a la reconstrucción postguerra y el deseo de crear edificaciones funcionales y accesibles. Aunque se asocia más estrechamente con la arquitectura, su influencia ha permeado en el diseño de interiores, donde comparte la misma filosofía de exponer los materiales y la estructura de forma cruda y sin adornos.

El movimiento fue liderado por arquitectos como Le Corbusier y los británicos Alison y Peter Smithson, quienes defendían la idea de que los edificios deberían mostrar su estructura y materiales tal como son, sin revestimientos ni adornos superfluos. Estos diseñadores vieron en el hormigón un material honesto y duradero que podía ser utilizado de manera innovadora para crear formas masivas y geométricas, las cuales influenciaron también el mobiliario y la decoración interior.

El brutalismo alcanzó su apogeo entre las décadas de 1950 y 1970, pero en las décadas siguientes fue criticado por ser frío y poco acogedor. Sin embargo, en la actualidad ha vuelto a ganar popularidad gracias a su estética única, su resistencia a las tendencias efímeras y su capacidad para crear ambientes audaces y contemporáneos.

Características principales del estilo brutalista

El estilo brutalista en interiores se distingue por varias características fundamentales que lo diferencian de otros enfoques de diseño. Estas características reflejan su énfasis en la honestidad de los materiales, las formas geométricas fuertes y una estética cruda y minimalista.

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1. Materiales sin tratar y expuestos

El brutalismo se basa en el uso de materiales crudos y sin tratar, en especial el hormigón. En interiores, esto se traduce en paredes de hormigón expuesto, suelos de cemento pulido, techos de concreto o vigas de acero a la vista. A menudo, los materiales estructurales se dejan al descubierto para enfatizar la autenticidad del espacio. Además del hormigón, se utilizan materiales industriales como el acero, el vidrio y la madera sin pulir, creando una estética ruda y sin artificios.

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2. Formas geométricas fuertes y masivas

El brutalismo se caracteriza por su amor por las formas geométricas grandes y contundentes. En interiores, esto puede manifestarse en muebles con líneas rectas y angulares, bloques de hormigón o piedra que sirven de mobiliario, y estructuras robustas que dominan el espacio. Las proporciones de los muebles y los elementos decorativos suelen ser generosas y macizas, añadiendo un peso visual que es característico de este estilo.

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3. Paleta de colores monocromática y sobria

La paleta de colores en los interiores brutalistas es minimalista y limitada. Los tonos predominantes son el gris del hormigón, el negro del acero y el marrón de la madera en bruto. Los colores apagados y neutros, como el beige y el blanco, se utilizan para complementar los materiales expuestos y crear una atmósfera monocromática que resalta la estructura del espacio. Rara vez se emplean colores vivos o decorativos; la belleza del brutalismo radica en la simplicidad del color.

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4. Iluminación funcional e industrial

En el estilo brutalista, la iluminación no es meramente decorativa; se utiliza para resaltar la estructura del espacio y los materiales crudos. Las lámparas de estilo industrial, las luces colgantes de acero o las bombillas desnudas son comunes en este estilo. La luz natural también juega un papel fundamental, con grandes ventanas que permiten la entrada de luz abundante, proyectando sombras que resaltan las texturas rugosas de los materiales.

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5. Funcionalidad por encima de la ornamentación

El brutalismo rechaza cualquier forma de adorno innecesario. La funcionalidad es primordial, y todos los elementos en un espacio brutalista deben tener un propósito. Los muebles suelen ser modulares, multifuncionales y diseñados con una simplicidad extrema. Esta funcionalidad no está reñida con la estética, ya que la belleza del brutalismo proviene de la eficiencia y la solidez de sus formas.

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6. Texturas crudas y rugosas

La textura es un elemento clave en el brutalismo. Las superficies no suelen ser lisas ni pulidas; al contrario, el hormigón, la piedra y la madera muestran sus imperfecciones naturales. Las paredes de hormigón pueden tener huellas de encofrado visibles, y los suelos de cemento pulido conservan una sensación de aspereza. Estas texturas crudas aportan un carácter táctil y orgánico que contrasta con la severidad geométrica de las formas.

Elementos clave

El hormigón es el material insignia del brutalismo, y en interiores se utiliza para crear suelos, paredes y techos. El hormigón expuesto, con sus imperfecciones y textura rugosa, se convierte en un protagonista absoluto del espacio, aportando una sensación de robustez y permanencia.

El mobiliario en el brutalismo es sencillo, funcional y de líneas geométricas definidas. Las piezas suelen estar hechas de materiales industriales, como el metal o la madera sin tratar. Los sofás y sillas pueden tener formas cuadradas y tapizados en telas monocromáticas. Los muebles de almacenamiento a menudo se integran en la arquitectura del espacio, eliminando la necesidad de objetos sueltos y decorativos.

El acero y otros metales con acabado industrial, como el hierro o el aluminio, son componentes esenciales en el diseño brutalista. Estos materiales se utilizan tanto en la estructura arquitectónica como en los muebles y accesorios decorativos. Los acabados metálicos suelen ser mate o envejecidos, sin pulidos brillantes, lo que refuerza el carácter crudo y sobrio del estilo.

Las lámparas colgantes de metal, las bombillas desnudas y los apliques de pared con diseño industrial son parte esencial del brutalismo. Estos elementos no solo iluminan, sino que también resaltan las formas geométricas y las texturas de los materiales crudos, creando un juego de luces y sombras que añade profundidad al espacio.

El vidrio es otro material clave en el brutalismo, utilizado principalmente para maximizar la entrada de luz natural. Las ventanas grandes y sin cortinas permiten que la luz fluya libremente, mientras que el vidrio en sí contribuye a la sensación de espacio abierto y continuo. Los ventanales a menudo se combinan con el hormigón y el acero para crear una estética de contraste entre lo pesado y lo ligero.

Consejos para implementar el estilo brutalista en el hogar

Adoptar el estilo brutalista en el diseño de interiores puede ser un desafío debido a su naturaleza audaz y, a veces, severa. Sin embargo, al seguir algunos principios clave, es posible crear un espacio brutalista que sea funcional y estéticamente atractivo:

1. Empezar por los materiales

Para lograr un estilo brutalista auténtico, es crucial centrarse en los materiales. Introduce elementos de hormigón, acero y madera sin tratar en paredes, suelos y techos. Las superficies rugosas y sin pulir son fundamentales para capturar la esencia de este estilo.

2. Mantener una paleta monocromática

El brutalismo se basa en colores sobrios y neutros. Evita los colores vibrantes y céntrate en una paleta que incluya tonos de gris, blanco, negro y marrón natural. Esto ayuda a resaltar los materiales y la estructura del espacio sin distracciones innecesarias.

3. Maximizar la luz natural

La luz natural es esencial en el brutalismo, ya que acentúa las formas geométricas y las texturas crudas. Si es posible, utiliza grandes ventanales sin cortinas para permitir que la luz fluya libremente en el espacio. Además, la luz natural suaviza la apariencia austera de los materiales industriales.

4. Incorporar muebles sencillos y funcionales

Elige muebles con un diseño simple, funcional y geométrico. Los sofás y sillas deben ser cómodos pero minimalistas en su forma. Evita los detalles decorativos innecesarios y opta por materiales duraderos como cuero, metal o madera.

5. Añadir arte abstracto y esculturas

Aunque el brutalismo es un estilo minimalista en términos de decoración, puedes introducir arte abstracto o esculturas de gran escala que complementen la estética geométrica y cruda del espacio. Estos elementos pueden añadir interés visual sin romper con la simplicidad brutalista.

Diferentes variantes del estilo brutalista

1. Brutalismo puro

El brutalismo puro es el enfoque más auténtico y extremo, caracterizado por el uso intensivo de hormigón, metal y madera cruda. Los espacios en esta variante pueden ser austeros, con formas geométricas simples y casi sin decoración. Es ideal para quienes buscan una estética radical y moderna.

2. Brutalismo industrial

Esta variante combina elementos del brutalismo con el estilo industrial, usando materiales como el ladrillo visto, las tuberías expuestas y los suelos de cemento. La estética es más cálida que la del brutalismo puro, pero conserva el enfoque en materiales sin tratar y espacios abiertos.

3. Brutalismo contemporáneo

El brutalismo contemporáneo es una reinterpretación moderna del estilo original, que incorpora formas más suaves y materiales más refinados, como mármol o vidrio pulido, pero sin perder el carácter crudo de su origen. Esta versión es más accesible para espacios residenciales modernos.

4. Brutalismo japandi

El brutalismo japandi es una fusión única entre la simplicidad japonesa y la fuerza del brutalismo. Este estilo se caracteriza por su enfoque en la simplicidad, el uso de materiales naturales y el minimalismo. Combina elementos industriales con un enfoque de “menos es más”, creando espacios que son a la vez tranquilos y llamativos. La luz natural y las plantas suelen jugar un papel importante, aportando un toque de serenidad al entorno

Conclusión

El estilo brutalista en el diseño de interiores es una opción audaz y distintiva que se basa en la honestidad de los materiales y la estructura. Con su enfoque en el hormigón expuesto, las formas geométricas contundentes y una paleta monocromática, el brutalismo crea espacios que son tanto funcionales como visualmente impresionantes. Aunque no es un estilo para todos, aquellos que aprecian su estética industrial y minimalista encontrarán en el brutalismo una forma poderosa de crear ambientes con carácter fuerte y singular.

 

Fuente de las fotos: Pinterest

 

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